Enclavada en un lugar histórico, esta casa cueva fue hogar de Fernando Guanarteme, el último rey indígena de Gran Canaria en el siglo XV. Su privilegiada ubicación en lo alto de la finca ofrece una panorámica incomparable del valle de Guayedra, el macizo de Tamadaba y el océano, garantizando privacidad y una conexión única con la naturaleza.
Su interior combina historia y modernidad, con un suelo de cristal que revela la roca original de la cueva y un juego de luces que crea una atmósfera envolvente. En la terraza privada con zona chill out, el tiempo se detiene mientras disfrutas de la brisa marina y de atardeceres inolvidables en un enclave digno de la nobleza aborigen.