En Redondo de Guayedra cultivamos la tierra con respeto, recuperando la agricultura tradicional del valle y apostando por el autoconsumo. Nuestros huéspedes pueden descubrir este entorno único, visitar nuestra granja y conectar con la naturaleza mientras alimentan a los animales.
Cultivamos unas 50 hectáreas de forma tradicional, sin mecanización, priorizando la calidad sobre la cantidad. Nuestros campos nos brindan frutas, hortalizas y café, que en su mayoría destinamos al autoconsumo de nuestros huéspedes. Hemos recuperado el esplendor agrícola del valle con abonos naturales y agua abundante, respetando la esencia de siglos pasados.
El agua de regadío proviene del pinar de Tamadaba y los valles de Guayedra de arriba y se almacena en dos grandes balsas que fueron rehabilitadas. Desde ahí se distribuye por los campos, dosificando su uso según la necesidad. Sin duda, es el gran secreto y tesoro de nuestra finca.
Descubre la magia de nuestras colmenas, donde las abejas no solo producen miel pura, sino que también desempeñan un papel vital en el entorno y el medioambiente. Gracias a su labor de polinización, enriquecen la biodiversidad y promueven ecosistemas saludables.
En un entorno natural como este no podían faltar los animales. En nuestra granja viven patos, gallinas, ocas, pavos, ovejas, cabras y la burra Margarita, la más sociable de nuestros amigos animales. A los niños les encanta ir a visitarlos y pueden acompañar cada mañana a Julián, quien lleva más de 30 años cuidando de los animales de la finca, en sus labores de cuidado y alimentación. Él te enseñará cómo dar de comer adecuadamente a los animalitos.
Además de los animales de nuestra pequeña granja, convivimos con el resto de habitantes del valle de Guayedra: lagartos gigantes, erizos, conejos, cabras salvajes, cuervos, lechuzas, pardelas, y numerosas aves. Todos disfrutamos en armonía de nuestro paraíso natural.